28 de Febrero del 2019
A la hora de desarrollar este aspecto, debemos de indicar en primer lugar que hay tres tipos de daños económicos: lucro cesante, daño emergente y los daños morales, que explicaremos a continuación.
Los daños económicos son daños y perjuicios que por lo general implican la pérdida de beneficios, pérdida de ganancias y salarios, pérdida de la capacidad futura de ingresos, pérdida de valor y daños a la propiedad real y personal.
Hay muchos acontecimientos que pueden dar como resultado los daños económicos para una empresa o persona. Cuantificar los daños económicos sirve para medir estos daños que a menudo resultan de un acto perjudicial y solicitar las oportunas responsabilidades.
Existen varios enfoques que se usan para cuantificar los daños económicos:
El ordenamiento jurídico ante un daño, impone una ‘restituito in integrum’ de una víctima, por lo que se necesita saber valorar los daños morales. El daño moral es muy difícil de calcular. En Grossman sabemos que la profesión en Argentina trabaja desde hace años en tratar de calcular éstos pero el trabajo intelectual es muy difícil y no han avanzado en los últimos 10-15 años.
Por tanto, el lucro cesante es cierto y no eventual o hipotético, esto es, real y efectivo, pero el daño moral es un perjuicio existencial o espiritual. El daño moral es inconmensurable y, por esta razón, se deja en muchas ocasiones al buen criterio del Juez que entiende del tema para mensurar lo inconmensurable al contrario de los lucros cesantes que son cuantificables y su cálculo está justificado.
En Grossman tenemos como objetivo inmediato formar acuerdos con otros Economistas que ejerzan actualmente su profesión como profesionales independientes y que su actividad no se centre exclusivamente en el ámbito de la gestoría. Si desea mayor información, no dude en contactarnos. Estaremos encantados de conocerle.