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Arbitraje económico: diferencias con un juicio ordinario

20 de Junio del 2018

Arbitraje económico: diferencias con un juicio ordinario

El arbitraje económico es un instrumento usado por muchos actores del mundo empresarial y financiero. Hablamos de una manera de resolver desacuerdos comerciales o contractuales de una forma más rápida. Además, suele ser una manera más económica de resolución de conflictos que la vía judicial.

Por muy beneficioso que parezca, una parte importante del sector empresarial nacional desconoce este mecanismo. En este artículo, te contamos en qué consiste:

Arbitraje económico: qué es

El mecanismo es parecido al de un juicio. Por un lado, tenemos un conflicto que enfrenta a un demandante y a un demandado. Hay una tercera persona (pueden ser varias) que decide. A diferencia de un juicio, se le denomina árbitro, no juez. Por último, tenemos una fase de pruebas y una sentencia (llamada laudo).

Diferencias entre un arbitraje económico y un juicio

Aunque pueda parecer muy similar, no son pocas las diferencias entre un arbitraje y un juicio:

  • Se trata de un procedimiento más simple y que es manejado por las partes. Además, la ley que los regula es diferente. En el caso de un juicio ordinario, es la Ley de Enjuiciamiento Civil. En este caso, tenemos que reverenciarnos a la Ley de Arbitraje, que apenas regia el procedimiento (como hemos dicho, son las partes las que manejan todos los aspectos del proceso).
  • El árbitro (o árbitros) es elegido también por las partes. Se hace de común acuerdo y suele tenerse en cuenta el sector en el que se produce el conflicto: se suele elegir a alguien experto en la materia sobre la que tiene que dictaminar una resolución.
  • Rapidez: el tiempo máximo, por lo general, es de seis meses, a lo que se pueden sumar dos más de prórroga, desde la contestación a la demanda. Este tiempo se puede acelerar aún más si las partes deciden reducir estos tiempos
  • No es apelable: te juegas todo a una carta. Esto es, a la vez, bueno (se centra todo en un proceso, por lo que todo va más rápido) y malo (si la decisión tomada es contraria a tus intereses, solo puedes anular el laudo por causas muy limitadas, la mayoría defectos de forma).
  • El laudo es ejecutable desde que se emite.
  • Suele ser más caro que un juicio, pero a veces compensa, sobre todo en el mundo empresarial, por que podemos ahorrar tiempo (que se acaba traduciendo en dinero).

En Grossman estamos especializados en arbitrajes, mediaciones y peritajes. Si necesitas contratar a un árbitro para un conflicto comercial, contacta con nosotros.

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